En los días antes de que se tornara violento, antes de que amenazara a Kimberly Bell de levantarla por la cabeza y dejar su cuerpo en una zanja, Barry Bonds se paraba frente a un espejo y se enojaba por la forma en cómo los esteroides habían cambiado su cuerpo.
Su cuerpo había crecido densamente, su espalda estaba marcada con acné, su cabello se había caído y sus testículos se habían encogido cuando Bonds le preguntó a su antigua amante si ella pensaba que alguien sospecharía que él estaba en el "jugo" (esteroides).
"¿Luzco hinchado?", quería saber Bonds. "¿Luce divertido? ¿Crees que esto es obvio?".
Bell habló con el Daily News durante una amplia entrevista para promocionar un artículo de seis páginas con fotos desnudas que saldrá publicado hoy en la edición de noviembre de la revista Playboy. [Más...]
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